A ESCRIBIR
SE APRENDE ESCRIBIENDO

"No es que no puedas, que no seas capaz de escribir. Quizás es que no sabes cómo hacerlo. Será un placer acompañarte en el proceso de descubrir el talentoso escritor que hay dentro de ti".

El pánico a la página en blanco o al bloqueo mental son, nada más, creencias limitantes que nos inculcaron y que nos hemos encargado de cultivar y fortalecer. 

La buena noticia es que todos podemos erradicarlas y comenzar a disfrutar del placer de comunicarnos con impacto.

Aprender a escribir no es un don reservado para unos cuantos privilegiados, ni un talento con el que la naturaleza dotó a unos elegidos.

El marketing del siglo XXI no se trata de vender, sino de conversar e interactuar con tu audiencia.

Solo si eres capaz de crear un vínculo de confianza y credibilidad, de compartir lo que sabes y lo que has vivido puedes esperar que, producto del intercambio de beneficios, se dé la venta.

Después de más de 25 años vinculado a medios de comunicación y empresas del sector privado como periodista, mi carrera profesional y mi vida entraron en un profundo y oscuro hoyo. 

Sentí que había perdido el rumbo y no sabía qué hacer con lo que había aprendido y experimentado.

Cuando más desesperado estaba, cuando más desorientado estaba, sin embargo, la sabiduría de la vida me indicó la salida.

Me obligó a tomar un año sabático, lejos del periodismo, dedicado a la docencia: me vinculé como instructor de bolos en una escuela de formación deportiva.

Esta era una disciplina que había aprendido gracias a los vínculos que establecí fruto de mi trabajo.

Y fue allí, en las pistas, enseñando a niños y adultos, donde descubrí que dentro de mí había un potencial que no había aprovechado.

Descubrí que me apasiona servir y compartir con otros lo que sé y lo que soy.

Fue un clic que cambió mi mentalidad y despertó mi deseo de ayudar a otros. 

Aprendida esta lección, la vida me trajo de regreso a mi profesión, pero por camino distinto y desconocido: el del marketing. 

De la mano de mi amigo y mentor Álvaro Mendoza, el Padrino, encontré un nuevo rumbo. Nuevo y apasionante, estimulante y reconfortante, gratificante e inspirador. 

Desde entonces, año 2016, no he dejado de aprender, no he dejado de crecer como persona y profesional, no he dejado de avanzar en la construcción de mi mejor versión. Ha sido un proceso increíblemente enriquecedor.
 

Como escritor fantasma (ghostwriter), como copywriter, como consultor de estrategias de marketing de contenidos, como creador de infoproductos.

Como experto en el arte de contar historias (storytelling), como guía de quienes me han dado el privilegio de ayudarlos a descubrir y aprovechar su talento para escribir.

Y eso es lo que puedo hacer por ti: enseñarte a desterrar los miedos que te impiden cumplir el sueño de escribir, aunque nunca lo hayas hecho, aunque hayas fracasado otras veces. 

Si me lo permites, te compartiré mi método, mis recursos y herramientas para que tú también puedas hacerlo.

Sin ser especialista, sin haber escrito jamás del tema, produje contenido de calidad para emprendedores en temas tan diversos como el marketing digital o el marketing inmobiliario.

También, de desarrollo personal y marketing gastronómico, entre otros. 

Si quieres, tú también puedes hacerlo.

Alguna vez, un cliente me preguntó cuánto le cobraría por escribir una carta de ventas

Mi respuesta fue ¿qué es una carta de ventas? No tenía la menor idea, pero cuando me enseñaron la estructura aprendí a hacerlo. 

Hoy, las cartas de ventas son uno de los productos que ofrezco al mercado.

Alguna vez, un alumno de mi curso A escribir se aprende escribiendo me dijo que sabía que no iba a aprender, pero que igual iba a realizarlo, por curiosidad. 

Hoy, esa persona vende un curso de desarrollo personal gracias al contenido que él mismo produjo, un contenido de alto valor.

A ESCRIBIR SE APRENDE ESCRIBIENDO

No es que no puedas, que no seas capaz de escribir. Quizás es que no sabes cómo hacerlo. Será un placer acompañarte en el proceso de descubrir el talentoso escritor que hay dentro de ti.

Deja que tus dones y talentos sean más fuertes que tus miedos.

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ALGO DE MÍ

Soy sagitario. Sí, tozudamente honesto, perversamente alegre, irremediablemente soñador…

Desde que me conozco, en mi casa siempre hubo perro (uno, al menos). Son como mi alma gemela…

Hace unos años, aprendí a cocinar: no conozco una terapia para el alma más efectiva y divertida… Soy autodidacta. Del tenis, de la equitación, del golf y de la fotografía, del diseño gráfico. Aprendí que puedes hacer lo que te propongas…
En alguna vida pasada debí ser búho. Adoro la noche, su paz, su tranquilidad, inclusive para trabajar...

SI ME DICES «NO PUEDES HACERLO», SEGURO QUE ENCONTRARÉ UNA FORMA DE HACERLO…

De niño, quería ser narrador deportivo. La radio es la culpable de mi vocación periodística…
Curiosamente, solo 30 años después de comenzar mi carrera puede hacer radio (nunca es tarde)...

Soy paciente de cirugía bariátrica. El 28 de julio de 2011 mi vida cambió, gracias a Dios para bien…

Aunque practiqué muchos deportes, me quedé con dos inigualables: bolos y golf…

Mi carrera profesional comenzó como redactor de una revista de farándula. ¡Qué linda época!…

Si quieres verme de mal genio, incomodarme o alejarme de ti, solo dime mentiras…

Del ejemplo de mis padres, aprendí los valores y principios de la vida. Hoy soy una buena persona gracias a ellos…

Soy feliz, muy feliz, si puedo conversar por horas con un amigo y tomar café. Negro y sin azúcar, por favor…

En algún momento de mi vida, pensé en ser disyóquey. ¡Y era bueno, eh! Quizás algún día lo retomo…

Además de los perros, amo los caballos. Adoro su temperamento, su inteligencia, su alma libre…

Escribí tres libros. Sin embargo, la hazaña fue conseguir que una editorial los publicara…

No sé cuándo me enamoré de los números y la estadísticas, pero sí sé que hicieron de mí un mejor periodista…

Mis mayores cualidades como periodista son observar con paciencia y escuchar antes de preguntar…

Tengo la capacidad de caerles mal, muy mal, a algunas personas. Esa es una de mis virtudes…

Mi mayor defecto fue, y sigue siendo, la ingenuidad. Creo en las personas y…
 
De mi madre heredé el temperamento y la terquedad. Ah, y la vocación de servicio…
 

Llevar la contraria me provocó problemas y decepciones en todos los ámbitos de la vida. Pero, es muy divertido y vaya si lo disfruto…

Las cualidades que más aprecio en una mujer son la inteligencia y el buen sentido del humor. Esa es la verdadera belleza, la que va por dentro…

Dormir es uno de los placeres que más disfruto, pero no digo más porque me da sueño…

Alejarme de lo tóxico (personas y ambientes) fue un aprendizaje doloroso. Llegó tarde, pero valió la pena

Añoro las tardes de domingo en el hipódromo. Cuánta falta me hace esa adrenalina…

Comí asado en Argentina; pizza, en Italia y paella, en España. Me puedo morir tranquilo…

No puedes ser mi amigo si eres de los que no aceptan que les diga, en su cara, lo que pienso…

Soy comentarista invitado en transmisiones de torneos de golf del PGA Tour…

Me dicen que tengo humor negro. No soy racista, pero no lo creo. Solo es algo de ironía…

Para mí, la música no solo es la mejor compañía: es la mejor confidente, la mejor amante…

Ser escritor fantasma (ghostwriter) es el mayor y más divertido descubrimiento de los últimos años. Es como ser el hombre invisible y hacer travesuras…

A veces, solo a veces, me da pena reconocerlo: si te digo algo que no te gusta, casi siempre tengo la razón…
 
Con la soledad tengo una apasionada relación que podríamos describir como de amigos con derechos…

Me encantaría si la muerte me encuentra durmiendo y actúa de repente…

Nunca aprendí a pasar la página con los amores platónicos. Y ellas lo saben (y se aprovechan)…

A mis amigos les adeudo la paciencia para soportarme (y que mi Dios se los pague)…

Cocinar el lomo al trapo es una habilidad que desarrollé gracias a… la cerveza…

Pude haber sido un gran abogado litigante o un buen sicólogo, pero el periodismo no me dejó…

Aunque aprendí un poco del arte de la cordial hipocresía, no puedo ocultar (ni callar) lo que pienso o siento…

Nunca busqué ser periodista deportivo, pero escribir de deportes me brindó experiencias, aprendizajes y amigos invaluables…

 

“Lo que no se comparte, no se disfruta”, le aprendí a un amigo. Por eso, disfruto tanto de ser un emprendedor…

Debo ser el mejor escritor que menos libros ha leído en la historia de la humanidad (¿ves que me gusta llevar la contraria?)…

Chocolates y galletas de dulce: si quieres arrancarme una sonrisa y ganarte mi corazón, ya sabes qué regalarme (en ese orden). Ah, y un buen café oscuro…

Mi plan de vida es dejar que la vida me sorprenda. Con su sabiduría, nada malo puede ocurrir…

Comprar ropa es uno de los placeres que más disfruto. Me dicen que lo hago compulsivamente (¿será?)…

A estas alturas del viaje, no tengo nada que pedirle a la vida: ya me lo dio todo. Ahora, me enfoco en devolverle un poco…