La mayor inspiración para un escritor es su público, cada uno de sus lectores. En mi caso, son mis clientes y alumnos. Y la vida me ha premiado con unos espectaculares que no solo valoran mi trabajo, sino que además han sido excelentes maestros de su especialidad, de marketing y como personas. Son una gran bendición, el combustible que alimenta mi compromiso y la razón de ser mi trabajo.