Categorías
General

10 opciones de contenido exprés que deleitarán a tu audiencia

Si lo prefieres, puedes escuchar el artículo completo

Dentro de nuestra infinita genialidad, los seres humanos tenemos la asombrosa capacidad de complicar lo que es sencillo. Como dirían las abuelas de antes, “no vemos lo que tenemos frente a las narices”, lo obvio, y por eso muchas veces, la mayoría de las veces, elegimos mal. Y no solo mal, en el sentido que es la opción equivocada, sino que también nos hace daño.

Sabemos que ingerir bebidas alcohólicas en exceso provoca daños en nuestra salud, pero no resistimos la tentación cuando, por ejemplo, juega la Selección de tu país en un torneo importante. O el licor es el primer artículo en la lista de imprescindibles a la hora de festejar el aniversario de nuestros padres, el grado de un hijo, el Día de la Madre o la Navidad…

Sabemos que el sedentarismo es el caldo de cultivo de múltiples males, de muchas de las enfermedades que cada día cobran vidas, pero siempre encontramos la ‘excusa perfecta’ para no movernos. O, quizás, somos incapaces de cambiar los hábitos y consumir una alimentación sana simplemente porque “no se me da eso de cocinar” o “siempre he comido lo mismo”

Aunque no lo hayas notado, es exactamente lo mismo que sucede cuando piensas en crear y compartir contenidos con tu audiencia, con tus clientes. Cada vez que te sientas frente a la cámara o al computador, aparecen esos diablillos traviesos que te invitan a procrastinar, que te distraen. En últimas, no son más que ‘excusas perfectas’para justificar tu inacción.

Los seres humanos, todos, sin excepción, contamos con una ILIMITADA fuente de creatividad, de buenas ideas. Lo increíble es que están ahí, pero no las vemos, no las percibimos o, quizás, no les prestamos al atención que requieren. Son fruto de nuestros aprendizajes, de nuestras vivencias y, por supuesto, de lo que creemos, de lo que pensamos y de lo que sentimos.

Es algo que nadie, absolutamente nadie, te puede arrebatar. Y está en ti. Es como si un día, sin estarla buscando, en el fondo de un cajón de tu clóset encuentras una caja con recuerdos. La habías olvidado, pero te emociona descubrirla ahí porque guarda testimonio de algunos de tus momentos más felices. De aquellos que marcaron tu vida para bien y revivirlos te hace feliz.

O vas de vacaciones a la playa y un día decides ir a caminar para disfrutar del contacto con la naturaleza. Sin esperarlo, encuentras un cofre que guarda… ¡un tesoro! ¿Te parece irreal, algo de ciencia ficción? Echa memoria y descubrirás que a lo largo de tu vida has descubierto, por pura casualidad, valiosos tesoros. Personas, oportunidades, aprendizajes, experiencias…

A lo que me refiero, el mensaje que me interesa transmitirte en este contenido, es que no necesitas encomendarte a la esquiva y traicionera inspiración. Tampoco tienes que hipotecar tu creatividad rindiéndote a alguna de las poderosas herramientas de inteligencia artificial. Tan solo debes echar mano de ese maravilloso cofre que hay en ti y aprovechar el tesoro.

A continuación, te propongo diez opciones, sencillas y todas a tu alcance, para producir contenido de valor. No importa el formato que elijas o el canal a través del cual vayas a compartirlo. Lo mejor es que son temas que se adaptan perfectamente a lo que quieres y que te permitirán utilizarlos más de una vez. Te sorprenderá no haberlos percibido con antelación:

1.- Errores comunes.
Todos nos equivocamos, sin excepción. Sin embargo, no todos aprendemos de los errores que cometemos. Compartir los tuyos, los más habituales, los que comete cualquiera, no te hará vulnerable y, más bien, te permitirá establecer un poderoso vínculo de empatía. Habla de aquellos que se puedan eliminar de una vez y por todas para mejorar los resultados.

2.- Tus mejores consejos.
La otra cara de la moneda. Si desarrollaste una habilidad y hay algo que haces mejor que la mayoría, o con mejores resultados (más fácil, más rápido, más económico), seguro habrá quienes agradecerán que les enseñes cómo hacerlo. No tienen que ser muchos, 3 o 5. Y puedes compartirlos uno a uno, de modo que tu audiencia se mantenga a tu lado.

3.- Antes y después.
Es lo que en el storytelling se denomina punto bisagra. Es un mensaje persuasivo poderoso que, bien utilizado, prende la motivación a la acción. ¿Por qué? Incorpora ese primer paso que tanto miedo nos da y que, por lo general, nos paraliza. Y le dice a tu audiencia que es posible, que tiene la capacidad de superar las dificultades, que hay algo mejor si no se rinde.

contenido-expres

4.- Un mito (o mentira).
En esta era de la infoxicación, los bulos están a la orden del día. Y ahora, gracias al poder de la inteligencia artificial, es cada vez más difícil identificarlos. Sin importar a qué te dediques, en esa actividad hay mentiras que han hecho carrera: ¡derrúmbalas! Este es el tipo de contenido que el mercado agradece porque evita una de las sensaciones más incómodas: ser engañados.

5.- Tutorial.
A todos nos encanta que nos enseñen cómo hacer algo de manera fácil, rápida y, sobre todo, efectiva. Eso significa que… ¡adoramos los tutoriales! De hecho, son los contenidos que más se consultan en YouTube y los que les han permitido a muchos profesionales convertirse en celebridades en los canales digitales. Y sí, tú sabes hacer muy bien algo que otros no pueden…

6.- Un día en tu vida.
¿Te parece extraño? ¿Piensas que a nadie le interesa? Si eso es lo que crees, estás equivocado. En especial si eres alguien que está unos pasos adelante del resto, de la mayoría, siempre habrá quiénes agradezcan que les digas qué haces y cómo lo haces. La clave del éxito, en la vida o en los negocios, parte de una buena rutina: tu audiencia adorará que compartas la tuya.

7.- Tu yo productivo.
En conexión con el anterior, cuéntale a tu audiencia esos consejos que te permiten ser más productivo. Este, quizás lo sabes, es uno de los temas álgidos para empresarios, dueños de negocios, emprendedores y profesionales independientes. Con un solo consejo que sea útil, tu ayuda será muy valiosa. Es un contenido que siempre se valora, que siempre se agradece.

8.- La historia de tu marca.
En especial si tú eres la marca, si tú eres el producto, este contenido es imprescindible. Es el que te permitirá establecer un vínculo de confianza y credibilidad con el mercado y, lo mejor, diferenciarte de la competencia. No temas contar tu historia, lo más valioso que posees. ¿Por qué? Porque le dirá al mercado que pasaste por lo mismo y lo superaste. ¡Te dará autoridad!

9.- Un testimonio.
Si aún no tienes casos de éxito que te den uno, puedes compartir la historia de alguien, una empresa o una persona, que te haya inspirado. De alguien que pasó por situaciones similares a las tuyas y las dejó atrás, alcanzó el éxito. La historia de alguien que refuerce tu mensaje, que lo humanice, que logre conectar con tu audiencia a través del poder de las emociones.

10.- Tu mayor acierto.
La diferencia entre el bien y el mal, el éxito o el fracaso, la felicidad o la tristeza, es tan solo una decisión. Una decisión capaz de cambiar el rumbo de la historia, que significa ese plus gracias al cual lograste lo que deseabas. ¿Cuál fue? ¿Por qué lo decidiste? ¿Fue un impulso emocional? Es algo así como tu secreto más preciado, un contenido que tu audiencia valorará mucho.

Ahora, ¿cómo te pareció? ¿Difícil? Estoy seguro de que no tienes que sentarte a pensar en una respuesta. Y, también, de que justo en este momento en tu cabeza las ideas, las buenas ideas, vuelan silvestres a la espera de que las utilices. Como ves, no hay que tomar un curso, no hay que pagar una mentoría, no hay que utilizar tecnología alguna: lo que requieres está en ti.

Y lo mejor, ¿sabes qué es lo mejor? Que cuanto más uso hagas de este valioso tesoro mayor será el impacto que puedas provocar en la vida de otros, en sus negocios. Olvídate de hacer lo mismo que la mayoría, compartir conocimiento teórico que casi nadie pone en práctica, y más bien enfócate en servir, en ayudar. La forma más efectiva de hacerlo es compartir aprendizajes y experiencias.

Recuerda, así mismo, que hoy las personas no quieren relacionarse con marcas, no quieren quedar a merced de herramientas tecnológicas. Lo que las personas buscan es otras personas, de carne y hueso, que hayan pasado por lo mismo que ellas sufren, que hayan enfrentado los mismos problemas, y que hoy están donde ellas quieren estar. Es una relación, no una simple transacción.

Dentro de nuestra infinita genialidad, los seres humanos tenemos la asombrosa capacidad de complicar lo que es sencillo. Y viceversa. Basta que no te dejes llevar por las tendencias, que seas consciente de cuán valiosa puede ser tu ayuda para otros, de que posees un tesoro que carece de sentido si no lo compartes. Aprovecha tu ilimitada fuente de creatividad…