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¿Quieres escribir un libro? Debes cumplir estas 7 condiciones

Escribir un libro es un sueño que muchos forjan y pocos cumplen. De hecho, hasta hace muy poco tiempo era el privilegio de unos cuantos. La verdad, para poder publicar un libro había que cumplir dos condiciones: ser de buena familia (es decir, de familia adinerada) y ser de la rosca (es decir, de la élite en la que se cubren todos con la misma cobija). No era y/o, se requerían las dos.

Sin embargo, con la irrupción de internet el mercado cambió radicalmente. No porque, como dicen por ahí, la gente ahora no lea libros impresos (lo cual es una mentira), sino porque entraron al campo de juego nuevos jugadores, muchos jugadores. Es decir, la rosca dejó de ser el único escenario posible porque se abrió la competencia y las grandes editoriales no saben competir.

Por allá en 2012 me di a la tarea de escribir un libro. Por aquel entonces, se disputan las eliminatorias al Mundial de Brasil-2014 y la opción de que Colombia regresara a la cita después de 16 años era muy buena. Y tenía en la cabeza una idea loca que no iba a ser fácil de venderle a una editorial tradicional, porque a sus editores solo les interesa lo que va les garantiza ventas.

Y lo mío, claramente, era una apuesta. Quería hacer un recuento de la historia de los Mundiales, desde Uruguay-1930, con la idea de ofrecerles a las nuevas generaciones de hinchas, que nunca habían visto a su país en un Mundial, un marco de referencia. Un libro, además, con un estilo disruptivo: historias de hechos y personajes basadas en estadísticas, algo nunca publicado.

Después de una lucha titánica, de tocar mil y una puertas sin recibir una respuesta, conseguí que una editorial se interesara en mi libro. Lo logré gracias a que había trabajado en el pasado con quien era el editor de esa empresa. Es decir, era alguien de mi rosca (se confirma la premisa). El libro Colombia Mundial: de Uruguay-1930 a Brasil-2014 fue publicado en noviembre de 2013.

Y fue un éxito. No solo por la cantidad de ejemplares vendidos, sino porque era el único libro independiente en medio de una sobreoferta de los grandes medios, que apoyaron a sus expertos para hacer sus publicaciones. El mío era, además, el único distinto, de corte histórico, y cumplió a cabalidad con los objetivos propuestos: fue muy bien recibido por los aficionados y los lectores.

Más adelante, con la misma editorial publiqué dos libros más: Santa Fe, la octava maravilla (2014) y Copa América: 100 años, 100 historias. Más allá de los réditos económicos (que estuvieron lejos de lo que el común de las personas imagina), estas aventuras valieron la pena por la gratitud de los lectores. En especial, los jóvenes y las mujeres, que encontraron un contenido inclusivo.

Desde entonces, he publicado otros 10 libros, pero con una característica diferente: fueron escritos para otras personas (en la modalidad de ghostwriter o escritor fantasma) o bajo el modelo colaborativo. Son lo que llamo hijos adoptivos, porque no son propios, pero los quiero como si lo fueran. Y recientemente dirigí y publiqué un proyecto de este estilo, un logro que me enorgullece.

¿Por qué? Primero, porque me permitió darle una enorme sorpresa y celebrarle el cumpleaños a un gran amigo, Álvaro Mendoza, y, por otro, rendirle un homenaje y expresarle mi gratitud por cuento me ha enseñado, me ha ayudado. En este proyecto me apoyaron 10 miembros del Círculo Interno, la comunidad privada de emprendedores exitosos de Álvaro, conocido como El Padrino.

¿Por qué te cuento esta historia? Porque quiero que entiendas que hoy cualquier persona puede escribir y publicar un libro. Ya no es necesario ser de buena familia y de la rosca, como antaño. De hecho, tú mismo puedes lanzar tu libro al mercado a través del sistema conocido como autopublicación, un servicio que desde hacer varios años se ofrece en el mercado editorial.

Hay que entender, sin embargo, que no se trata de publicar por publicar. Por el ego de decir que eres el autor de un libro. En las librerías hay cientos de miles de ejemplares que no se venden, libros que nadie lee, que no consiguieron capturar la atención de los potenciales lectores. Libros que pasaron pronto a la historia y al olvido. Libros que, tristemente, no lograron dejar huella.

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Para que tu libro produzca un impacto positivo, para que llame la atención del mercado, para que recibas la recompensa al trabajo y al tiempo invertidos (que no necesariamente es económica), tu libro debe cumplir con algunas condiciones. Te comparto algunas que, aunque quizás no sean de tu agrado, son necesarias. Recuerda: el que fija las reglas es el mercado, y no las puedes cambiar:

1.- Tu libro debe interesarle a alguien más que a ti.
Verdad de Perogrullo, dirá alguno, pero no es así. Muchos autores creen que porque están orgullosos de su idea, será un éxito o, de otra manera, interesará a otros. Y al final no se da, se llevan una dura bofetada del mercado, que no acoge tu propuesta. Valida tu idea, consúltala con personas que conozcan el mercado (no solo con tus íntimos), pregúntales a otros autores.

2.- ‘Bien escrito no es suficiente’: tiene que enamorar.
¿Sabes cuántos libros se publican cada día, tanto en formato digital como impresos? Cientos de miles. Y si quieres que el tuyo sea leído, no puede ser uno más. Necesitas que el contenido en realidad valga la pena, que no sea la repetición de la repetidera, ni exclusivamente tu visión personal de un hecho o, como suele ocurrir, el relato de las que consideras tus hazañas.

3.- Aunque seas escritor profesional, no está perfecto.
Este es un tema difícil, porque involucra el ego, ese duendecillo travieso que abunda por doquier. Hasta los textos de los mejores escritores, lo más famosos y laureados, pasan por un corrector de estilo, por el ojo de un editor. Entonces, el tuyo ¿por qué no? Creer que está perfecto o que nadie te puede corregir es simplemente muestra de debilidad, temes que encuentren los errores.

4.- Escribe para otros, no para ti.
Otro vicio grave y muy frecuente. Si crees que porque a ti te gusta le gustará al mercado, puedes llevarte una desagradable sorpresa. Los buenos libros son aquellos que, desde que fueron concebidos, es decir, desde antes de escribir la primera letra, se enfocan en el lector, en lo que a él le interesa. En satisfacer una necesidad, en ofrecer conocimiento, en brindar entretenimiento.

5.- Escribe para ayudar, no para figurar.
Algunas buenas ideas no puede convertirse en buenos libros simplemente porque los autores se dedican a tratar de demostrar su autoridad, a exponer su conocimiento. Sin embargo, se quedan cortos y, entonces, producen textos anodinos, comunes y corrientes, más de lo mismo. Enfócate en producir contenido de valor, de aquel por el que tu lector agradece el tiempo que le dedicó.

6.- Escribe sin pensar en los réditos económicos.
Una de las experiencias frustrantes para un escritor es aquella de escribir convencido de que su libro será un gran éxito y se venderá muy bien, es decir, que se volverá millonario. Y eso no es así: es como jugar a la lotería. Preocúpate, más bien, porque tu libro sea de calidad y le aporte algo de valor al lector. Luego, él te recompensará con su fidelidad y querrá leer tus nuevas publicaciones.

7.- Si vas a publicar, trabaja en equipo.
Otro problema común: por ahorrarse unos pesos o por acaparar las potenciales ganancias, hay quienes se meten en camisa de 11 varas. Es decir, ingresan a terrenos que no les corresponden o que, peor, no dominan como diseño, corrección de estilo, diagramación. En el siglo XXI, el éxito de un proyecto editorial es el fruto de un trabajo colectivo en el que cada uno hacer bien lo suyo.

Escribir un libro es un sueño que muchos forjan y pocos cumplen. Hoy, por fortuna, es posible hacerlo realidad de una forma bastante sencilla (que no significa fácil). La autopublicación, el ghostwriting o el esquema colaborativo son algunas opciones interesantes que puedes explorar. Estoy seguro de que alguna de ellas se ajustará a tus necesidades, a tus posibilidades.

Lo que sí sería lamentable es que renuncies al sueño de escribir y publicar un libro solo porque no eres de buena familia y/o de la rosca de las editoriales tradicionales. El libro Gracias, Álvaro – Gracias, Padrino (haz clic y descárgalo) que acabo de publicar con otros 10 emprendedores, ninguno de ellos escritor profesional, es la muestra de que tú también puedes lograrlo. Es cuestión de asesorarte bien.

 

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Y tú, ¿cuándo te vas a animar a escribir y publicar tu primer libro?

Hace unos días publiqué en Amazon.com, en compañía de otros seis emprendedores latinoamericanos, un nuevo libro: ¡TÚ PUEDES 2.0! Si bien comencé mi trayectoria profesional en 1987, fue apenas en 2013 (es decir, 26 años después) que publiqué mi primer libro: Colombia Mundial, de Uruguay-1930 a Brasil-2014, una fascinante historia de los mundiales de fútbol.

Desde entonces, son ya 14 los libros que escribí a nombre propio, como escritor fantasma (ghostwriter) para otros o, como este último, en el modelo colaborativo. Lo primero que quiero que te quede claro es que no vivo de escribir libros: son parte de mi portafolio de servicios, pero no es algo a lo que me pueda dedicar exclusivamente porque es desgastante y no bien remunerado.

“Si no te pagan bien, si no es un buen negocio, entonces, ¿para qué escribes libro?”. Esa fue una pregunta que me formularon alguna vez y cuya respuesta, quizás, no te convenza: porque en el mundo actual un libro es la mejor herramienta para darte a conocer, posicionarte en el mercado, generar confianza y credibilidad, establecer autoridad y ganar el respeto y la admiración de otros.

No es poco, ¿cierto? Desde que comencé a trabajar como periodista en el periódico El Tiempo en mi cabeza estaba la idea de escribir un libro. Igual que puede ocurrirte a ti ahora, o desde hacer un tiempo. Sin embargo, lo sabrás, del dicho al hecho hay un largo trecho. Que, por supuesto, de ninguna manera significa que sea imposible, que ese sueño sea algo inalcanzable. Por el contrario.

Si bien ya tenía una carrera construida y era un periodista conocido, la experiencia de publicar un libro fue algo enriquecedor y muy divertido. Al final, por lo menos, porque el proceso de conseguir que una editorial aceptara publicar el proyecto fue un parto de mula. Y hay que pagar el derecho a piso por conocer este ambiente, que es muy complejo, y adaptarse a las condiciones impuestas.

No siempre es una experiencia agradable. Sin embargo, en la otra orilla, ser protagonista de un lanzamiento, algo que nunca había vivido, estar en la Feria del Libro como autor, estar en sesiones de firma de libros y atender una agenda de promoción en medios fue maravilloso. Tuve la oportunidad de reencontrarme con colegas, pero también de conocer a otros y otros medios.

Lo mejor, ¿sabes qué fue lo mejor? Que la experiencia fue más agradable con el segundo libro y, luego, con el tercero. El contacto con los hinchas del fútbol puede ser tóxico en ocasiones, pero también es revitalizador por la pasión, por la gratitud, por la admiración que te profesan. Y dado que ganar dinero es poco probable (salvo que escribas novelas y tengas éxito), esto te hace feliz.

Escribir libros a nombre de otros, mientras, resultó ser una experiencia novedosa. No es un hijo propio, como cuando tú eres el autor, sino más bien como si hubieras adoptado. El mérito y las regalías (en todo sentido) son para quien aparece como autor. Y está bien, es un esquema de trabajo válido que, por demás, se utiliza desde hace mucho tiempo. Y lo he disfrutado mucho.

Los libros colaborativos son distintos. El éxito o el fracaso, las ganancias o las críticas, todo es compartido. La principal virtud de este esquema es que el lector encuentra una variedad de opciones y de visiones en un mismo texto, lo cual resulta atractivo, sin duda. En este caso, nos reunimos varios emprendedores latinoamericanos a compartir experiencias y conocimiento.

En la primera versión de ¡Tú Puedes! los autores fuimos Álvaro Mendoza (mi amigo y mentor y promotor del proyecto), Pablo Vallarino (Argentina), Iria Álvarez (España), Efraín Vega (México), Susana Jacques (México), Martín Omar (Argentina) y yo. Salvo para Álvaro y para mí, este fue el primer libro de los otros autores, una experiencia que les resultó extraordinaria y enriquecedora.

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Una de las características positivas de este libro fue que, además de la versión digital que se puede adquirir en formato Kindle en Amazon o también impreso, ofrecimos los capítulos en pódcast, leídos por el respectivo autor. Para los lectores, fue una grata novedad y quienes lo consumieron en audio lo disfrutaron al máximo. De hecho, muchos nos dijeron haberlo escuchado y leído.

¡Tú Puedes 2.0! fue una experiencia traumática. Justo cuando comenzábamos el proyecto se decretó la pandemia mundial y, por supuesto, el tema se complicó. Por más que intentamos publicarlo antes de finalizar el 2020, no fue posible. Lo hicimos hace unos días y, felizmente, fue muy bien acogido por nuestros amigos, conocidos, clientes y el mercado en general. ¡Qué alivio!

Esta vez, a Álvaro y a mí nos acompañaron Susana Jacques (otra vez), Yaneli Acosta (México), Marcos Ornelas (México), Alberto Pérez (Argentina) y Juan Manuel Gómez (Colombia-EE. UU.). la verdad, no podemos estar más felices por el resultado, pues el libro fue número uno en varias categorías (negocios e inversión, marketing web, desarrollo personal, entre otras) en Amazon.

Todos recibimos una retroalimentación sencillamente espectacular, mensajes que nos motivan y, sobre todo, nos enseñan que aquello que compartimos, experiencias y conocimiento, es valioso para otros. Y eso, créeme, es la regalía más importante, porque dinero no vamos a ganar por esta vía, entre otras razones porque este libro lo vamos a usar, más bien, como imán de prospección.

A título personal, no puedo estar más feliz y orgulloso por este proyecto de ¡Tú Puedes 2.0!, porque cuatro los coautores fueron mis alumnos: Álvaro Mendoza, Susana Jacques, Alberto Pérez y Juan Manuel Gómez. A excepción de Álvaro, los demás realizaron mi curso A escribir se aprende escribiendo, en el que se dieron cuenta del talento que tienen y aprendieron a aprovecharlo.

Por supuesto, el nombre de este proyecto, que anhelamos extender por muchas versiones más, no es algo fortuito: ¡Tú Puedes! es una invitación a que dejes atrás tus miedos y prevenciones, a que no postergues más tu sueño y publiques tu primer libro. En solitario o en colaboración, no importa, escrito por ti o a través de un ghostwriter, con una editorial o por autopublicación.

Prácticamente todos los seres humanos soñamos con escribir un libro, pero solo unos pocos lo conseguimos. Lo increíble es que hoy es más fácil hacer que nunca, hoy hay menos trabas y, sobre todo, más ayuda, recursos y opciones para hacerlo. Lo difícil, créeme, es no hacerlo, no aprovechar este escenario maravilloso que es internet. Y, no es una frase de cajón, si quieres, ¡Tú Puedes!

Por supuesto, en vista del éxito alcanzado, ya estamos trabajando en la tercera versión del libro colaborativo, que esperamos publicar a mediados del año. Sin importar qué hagas y a qué te dediques, hoy el ámbito laboral te exige ser visible y fácilmente reconocible, porque de lo contrario serás invisible. Y, repito, no hay mejor herramienta de visibilidad y posicionamiento que un libro.

Quítate de la cabeza la idea de que para publicar un libro debes ser un escritor profesional, un periodista o haberte formado para ello. Si reúnes alguna de estas condiciones, mejor, pero no es imprescindible. Hay muchas opciones que te facilitan la tarea y, lo mejor, son muchos los beneficios que te niegas por tu miedo a la crítica o, tristemente, por creer que no puedes.

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